jueves, 24 de octubre de 2013

Agradecimientos a mi barba

Si mi barba cobrara vida, seríamos los más cercanos amigos. Iríamos juntos a todos lados, me escucharía con atención y reiría conmigo, casi un reflejo de mi risa. 

Si mi barba cobrara vida, la peinaría, la recortaría y evitaría que pedazos de comida la ensucien. Le mencionaría que la gente ya no piensa que soy inmaduro; mis palabras se filtran en ella y me dan aspecto de persona formal, sabia y, últimamente, hasta a la moda.

Le contaría del calor que me brinda en invierno y la tranquilidad que me da acariciarla; pero, por sobre todo lo demás, si mi barba cobrara vida le agradecería por quedarse fielmente a mi lado; a diferencia de esos traidores pelos de mi cabeza, que quién sabe dónde andarán.