viernes, 10 de octubre de 2014

Ausente con aviso

Los murmullos le indicaron que había pasado demasiado tiempo sin reacción de su parte. Levantó la cabeza. El público del viejo teatro municipal se dividía entre los que sonreían, interpretando la demora como parte del acto, y los solemnes, que sospechaban que algo fuera de lugar estaba sucediendo. Todos lo miraban. Se palpó el chaleco sin lograr tantear nada. Bajó la mirada y volvió a fijarla en el interior del sombrero de copa. El círculo de fieltro negro se veía como un pozo muy profundo, casi sin fondo. Allí, donde debía estar el desenlace de su acto, solo había un papel garabateado:

Se me hace tarde y la duquesa me va a matar. Literalmente. Tomé tu reloj. Te lo devuelvo a mi regreso.
C.B.
PD: Tengo una chica para presentarte. Alicia.

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